-----------------A ÉL-------------------- El dueño de mi pensamientos jamás sabrá que me acompañaba día a día, que era el inicio de mi despertar y el último antes de dormir; Jamás sabrá lo que evocaba en mi con tan solo ver su foto. Él camina apacible e ingenuo de lo que podría provocar con solo una palabra. Al dueño de mis sentimientos jamás sabrá lo que significaba para mi escuchar su nombre, saber sus logros y tener que celebrarlos en secreto. Él vive su cotidianidad; ignorante como quien está a punto de ganar la batalla y decide retirarse. Así es él Al dueño de mis lágrimas, jamás sabrá cuánto lo lloré al verlo encontrar la felicidad en alguien más y verlo reír mientras se alejaba en la distancia. Al dueño de este poema jamás sabrá que era para él. WEND